LA ILUSTRACIÓN
Movimiento de Ilustración.
La obra de los “filósofos naturales” que sacudió al mundo en la Revolución Científica, había afectado sólo a un número relativamente reducido de élites cultas de Europa. En el siglo XVIII, esto cambió drásticamente, cuando un grupo de intelectuales, conocidos como los filósofos, popularizaron las ideas de la Revolución Científica y las utilizaron para hacer un análisis radical de todos los aspectos de la vida. En París, capital cultural de Europa, las mujeres tomaron la iniciativa de reunir a grupos de hombres y mujeres para discutir las ideas de los filósofos.
En su mansión de moda, en la calle St. Honoré, Maríe-Thérese de Geoffrin (imagen), esposa de un rico comerciante, organizó reuniones que se convirtieron en la nota destacada de Francia e incluso de Europa. Extranjeros distinguidos, entre los que se contaron un futuro rey de Suecia y otro de Polonia, compitieron por recibir invitaciones.
Madame Geoffrin al visitar Viena, fue tan bien recibida que exclamó: "Soy más conocida aquí que a dos metros de mi propia casa". Madame Geoffrin era una anfitriona amigable, pero firme, que permitió discusiones de amplio criterio, siempre que se mantuvieran dentro del buen gusto. Al descubrir que los artistas no se relacionaban particularmente bien con los filósofos (los artistas eran irritables y los filósofos hablaban demasiado), celebró reuniones separadas. A los artistas se les invitaba sólo los lunes; a los filósofos, los miércoles. Estas reuniones no eran sino una de muchas vías para la difusión de las ideas de los filósofos. Y esas ideas tuvieron tan amplia influencia sobre su sociedad, que los historiadores han llamado desde entonces al siglo XVIII la edad de la Ilustración.
Para la mayoría de los filósofos, la «ilustración» incluía el rechazo del cristianismo tradicional. Las guerras religiosas y la intolerancia de los siglos XVI y XVII habían disgustado tanto a los intelectuales, que estaban abiertos, e incluso impacientes, de abrazar las nuevas ideas de la Revolución Científica. Mientras los grandes científicos del siglo XVII habían creído que su trabajo exaltaba a Dios, los intelectuales del siglo XVIII
interpretaban sus conclusiones de manera diferente y le volvían la espalda cada vez más a la ortodoxia cristiana.
En consecuencia, la vida intelectual europea del siglo XVIII se vio marcada por la aparición de la secularización, que ha caracterizado la mentalidad occidental moderna.
En 1784, el filósofo alemán Emmanuel Kant definió la Ilustración como el acto por el cual "el hombre se desprende de su inmadurez causada por él mismo’". Mientras, periodos anteriores se habían visto impedidos por la incapacidad de “usar la inteligencia propia sin la guía de otra". Kant proclamaba como lema de la Ilustración:
“Atrévete a conocer! ¡Ten el valor de usar tu propia inteligencia!”
La Ilustración del siglo XVIII fue un movimiento de intelectuales que se atrevieron a conocer. Estaban grandemente impresionados por los logros de la Revolución Científica y, cuando usaban la palabra razón —una de sus favoritas—, estaban abogando por la aplicación del método científico a la comprensión de la vida entera.
Las instituciones y los sistemas de pensamiento estaban sujetos a la forma racional y científica de pensamiento, tan sólo, con que la gente se liberara de las cadenas del pasado y de las tradiciones sin valor, en especial, las religiosas.
El nuevo espíritu crítico de la Ilustración, que llegó a adoptar planteamientos científicos respecto de temas reservados hasta entonces a la exclusiva creencia de la fe religiosa o de la teología, estaba a su vez condicionado, por la influencia decisiva de dos corrientes filosóficas ya delimitadas en el siglo XVII: el empirismo británico y la filosofía racionalista.
La asimilación y reelaboración de estas dos corrientes filosóficas constituyeron la síntesis teórica de la Ilustración.
Su triunfo se debió fundamentalmente a dos autores franceses: Montesquieu (1689-1775), cuya obra fundamental, El espíritu de las leyes, aparecida en 1748, señala el momento en que se imponen las nuevas ideas, y Voltaire (1694-1778), que se haría famoso por sus críticas contra la autoridad, principalmente contra la Iglesia, y por sus abundantes escritos llenos de ingenio y de agudeza critica.
En cuanto a Rousseau (1712-1778), a pesar de pertenecer a la misma generación de filósofos ilustrados, constituyó una singularidad por el espíritu sentimental y popular que reflejan sus escritos, que ejercerían una influencia en la literatura romántica posterior. Con el objetivo de divulgar todos los conocimientos y las teorías de la Ilustración,
los filósofos más destacados realizarían un gran esfuerzo editorial, que quedó plasmado en la Enciclopedia francesa (1751-1766), editada por Diderot y D’Alembert, donde intervinieron más de un centenar de colaboradores.
En esta monumental obra se reflejan los aspectos más característicos de la Ilustración: el escepticismo religioso, la confianza ilimitada en el progreso, el rechazo de la tradición, el enfrentamiento constante entre ciencia y religión, etcétera. Su éxito fue extraordinario en toda Europa y América.
Se puede decir, entonces, que la Ilustración surge y se difunde bajo una consigna que reúne a todos los grandes pensadores europeos. Se abandona el orden basado en Dios y se instaura un orden basado en el hombre.
La ilustración fue un movimiento intelectual (1620-1750) que abarcó todos los aspectos de la cultura.
■ Nació en el siglo XVIII, llamado el Siglo de las Luces.
■ Se les llamó también: iluministas, porque creían que con la luz de sus obras iban a despejar las tinieblas y a iluminar tantos siglos de oscurecimiento en la edad media generado por las ideas de la Iglesia.
■ Su origen fue a partir de la etapa del Renacimiento, otro movimiento cultural, donde aparecieron nuevas ideas sobre
el hombre y la cultura.
■ Enfrentaron al pensamiento tradicional (medieval), donde todo era obra de Dios, y los hombres tenían ya un destino en la tierra predestinado y estaba sujeto a un plan divino.
■ Ellos por el contrario, tenían fe en el progreso individual, y esto se conseguía sólo por el esfuerzo personal de cada individuo (puritanismo).Es decir, el hombre a través de su sacrificio podía modificar su destino.
■ Tenían un espíritu crítico y todo lo que el hombre medioevo consideraba verdadero fue puesto en duda.
Eran como científicos que estudiaban los conceptos de los conocimientos hasta ese momento.
■ Todo era puesto en duda, y por lo tanto, debía ser analizado, mediante la observación y la experimentación,
obteniéndose finalmente una conclusión.
■ La razón era la única herramienta que tiene el hombre, para encontrar la verdad de la cosas.(Descartes)
■ Buscaban una explicación racional y científica de la naturaleza y el universo. Establecían leyes, como
conclusiones. Usaban la matemática y la geometría.
■ Pusieron en duda las instituciones, la iglesia, los conocimientos, costumbres, etc.; de la sociedad feudal.
■ Dieron otra visión totalmente distinta del hombre en la tierra, pues ahora todo cambio individual o social
podía ser creado o impulsado por el trabajo personal o en conjunto de esto hombres.
■ Ellos crearon la astronomía científica, basada en la observación de los astros.
■ Crearon la geometría analítica, como herramienta de trabajo para el investigador.
■ Impulsaron las ideas de: La libertad del hombre para pensar, expresarse, trabajar, estudiar y crecer, la igualdad,
la Fraternidad, los Derechos y obligaciones en la sociedad, la tolerancia religiosa.
■ Estuvo en contra de: el poder divino del Rey, los privilegios del clero, el ocio de la aristocracia.
Ellos tenían conciencia de que estaban protagonizando un movimiento renovador en el plano ideológico, por lo tanto, desearon condensar todo el saber de esa época en varios libros, para que las luces de la razón y de la ciencia se difundieran. A estos libros se los llamó: enciclopedia y su elaboración estuvo a cargo de D'alembert y Diderot. (Consultar La Enciclopedia de Diderot).
■ Fue la primera obra escrita colectiva.
■ Participaron casi la totalidad de los pensadores de la época.
■ Su intención era la de difundir todos aquellos conocimientos, que de alguna manera fueran útiles para todos
aquellos individuos, que quisieran crecer como personas y liberarse de las distintas formas de explotación que se vivía en aquel tiempo.
■ La Iglesia condenó la enciclopedia porque tenía ideas que atentaban contra el orden político y religioso.
Tendían a romper la unidad medieval.
- Altimir, Óscar. 1999. Desigualdad, empleo y pobreza en América Latina: efectos del ajuste y del
- cambio en el estilo de desarrollo. En Pobreza y desigualdad en América Latina. Temas y nuevos desafíos. V. E. Tokman y G. A. O’Donnell. Buenos Aires: Paidós.
- Amezcua Cardiel, Héctor. Introducción a las Ciencias Sociales. Primera edición, Nueva Imagen, México 2009.
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